S O N I A
A un año de tu partida, inolvidable hermana, un lamento enorme se escuha en esta gran Familia que aun intenta Cantar por la falta que nos haces. Saber que ya no estás entre nosotros nos da nostalgia de quellos tiempos y hasta nos sentimos culpables de lo que pudo haber sido y no fue.
Con tu partida nustra fe se puso a prueba; pues se hizo necesario aferrernos al amor de Dios y a su misericordia para alcanzar la resignación por la imposibilidad de no volver a a escuchar tu risa y a disfrutar de tu compañía en nuestros momentos bajos y en nuestros triunfos.
RONDALLA MONS. ROMERO
12-01-11