Esta fue una de las sabias frases que el Padre Naveo utilizó en la homilía de esa hermosa tarde donde Jesús y María bendecían la unión de estos dos hermanos nuestros; frase que recibió la aprobación de todos los presentes, sobre todo de los miembros de la Rondalla que como siempre nos bastó mirarnos a los ojos para compartir la sensación de sentir y la certeza de saber que también esta pareja era !Única!
Muchachos, hoy nos queda el dulce sabor del deber cumplido, estamos gozosos junto nuestro querido Gundin, pues los lazos de hermandad y de amistad que nos unen aun siguen muy vivos.
disfrutemos este gran momento, pongamos este nuevo hogar en manos de Dios y la Virgen y enviemos nuestras felicitaciones a estas dos bellas personas Secundino y Juana....
Nota:
LA NARRACIÓN DE LA BODA CONTINUARA....